Nicolás
Lauber
Efectiva
novela de espías.
El
novelista británico John Le Carré, especializado en la temática de espías
durante la Guerra Fría, afirmaba en su
novela “Una verdad delicada” que un hombre que decide en solitario es el ser
más temido. Siguiendo con esta consigna, el también británico Terry Hayes, decide
crear un villano con esta singular característica para su novela debut: “Soy
Pilgrim”, editada hace unos meses en Uruguay por la Editorial Salamandra.
Hayes, quien
debuta como novelista con esta carrera contra el tiempo, ya tenía cierto
prestigio previo gracias a su labor como guionista. Con “Soy Pilgrim”, no solo
consigue una efectiva novela de espías y un éxito editorial, también alcanzó el
prestigioso National Book Award por mejor Thriller y Novela de Crimen del año.
Pilgrim que
en latín significa peregrino, ha comenzado un viaje por el mundo que lo llevará
por Suiza, Alemania, Turquía y Bulgaria. Su búsqueda es contrareloj y el mundo
depende del éxito de su misión.
El
personaje principal, Scott Mudoch trabajaba en La División, una central de
inteligencia de Estados Unidos que se encargaba de eliminar problemas en Europa,
sin la burocracia de la CIA. Llegó a ser el encargado de la sección, bajo el
título de Tiburón de los Mares, hasta que el 11 de setiembre derrumbó no solo
las Torres Gemelas, sino toda esa división de inteligencia. Tras los atentados
de Al Qaeda, la inteligencia europea cedió espacio para centrarse en medio
oriente, entonces cerró la División y Murdoch dedicó a plasmar su experiencia
en un libro de patología forense: “Principios de la Técnica
de Investigación Moderna”, bajo un seudónimo. Lamentablemente
para Murdoch, ese libro sería el manual para cometer un crimen perfecto.
Narrada en
primera persona, esta aventura de espías comienza en un hotelucho de Nueva York
sin ascensor. Allí un crimen ha ocurrido. Su víctima no tiene ADN ni huellas
dactilares, ni siquiera una dentadura para ayudar al reconocimiento. Un crimen
perfecto que se conectará con un posible ataque a “el enemigo lejano”, Estados
Unidos. Así, nuestro héroe recorrerá Italia, Suiza, Turquía y Bulgaria, con el
fin de encontrar al soterrado muhayidista al que llama El Sarraceno, antes de
que logre completar su misión, cualquiera que ella sea.
A lo largo de las 864 páginas, se
irán deshilando las hebras de esta historia repleta de anécdotas y comentarios
sobre la vida del espía y su némesis, así como las responsabilidades y consecuencias de sus actos. Como resume un personaje,
“tarde
o temprano, todos nos sentamos frente a un banquete de consecuencias”, y el
banquete de los involucrados es enorme.
Como dato
anecdótico, la Metro-Goldwin-Meyer ya adquirió los derechos para su versión en
el cine y contrató a Matthew Vaughn para dirigirla.